juanitorisuelorente -

lunes, 30 de abril de 2018

OBSTINADA INCLEMENCIA (Romance)

(Imagen de la red)



















Paseo un día de abril

con la mirada de invierno

hacia mi sitio en la vida

que sigue estando muy lejos.

Voy rozando sus puñales

y no me asustan mis miedos,

ni enfrentarme al cruel villano

que aún guarda mi secreto.

Siguen mis pasos de tierra

por el azul del silencio

con las palabras en alza

sin que las ate un cimiento,

tan valiente en la hoja blanca

como ante tus ojos, ciego,

pululando en la belleza

sin mecerme en sus adentros.

Paseo sobre el vacío

como un eslabón del tiempo

con la piel desordenada

y el corazón siempre ajeno,

conquistando las afueras

sin que me alivie su peso.

Un paseo que, despacio,

deja a mi muro indefenso

con la infancia en los escombros

y en el resto mil pretextos

para que atienda la culpa

otros asuntos más serios.

Luego el rol de lamentarse,

no ver nada en el espejo,

y en la memoria del mar

gestar un nuevo comienzo,

todo en sí como otra duna

que se pierda en lo desierto.

¡Cuantos mundos de naufragios!

¡cuantos escriben al cielo!

¿Qué hice contigo y conmigo?

¿Qué sol se apaga, latiendo?

Paseo hilando un pasado

que forja ser hoy del viento.





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