juanitorisuelorente -

jueves, 4 de enero de 2018

8.- ELEGÍA A UNA MUERTE PREMATURA

(Imagen de la red)
















Olvidadas de sí mismas se mueren

cuando suelen rendir cuentas al odio

y pisan sin piedad a las que quieren.



Son vidas que estuvieron en el podio

y delegaron mal la voz de mando

por ser perrito como ángel custodio.



Puebla la humillación el mundo blando

y contigo su ardid se multiplica

porque te has vuelto obrero de su bando.



Y tu triste memoria solo indica

que incluso el pensamiento te devora

y su infausto medrar te sacrifica.



Aquella vez cediste en mala hora

y nunca más erguiste la cabeza

quedando como un bulto que decora.



Y siempre fuiste un hombre de una pieza,

trabajador, cercano, cariñoso,

para mí un gran ejemplo de nobleza.



Muchos años de afecto tan copioso

que en la sangre nacieron otros brotes,

un tesoro invisible majestuoso.



Mas despliegan las alas sus azotes

y nuestros rostros van abriendo abismos

hasta verlos sangrar entre barrotes.



Cuando el odio activó sus mecanismos

construyó una pared tras tu atadura

que originó el más cruel de los mutismos.



¿Qué sinsentido asaltó a un alma pura

para que viva ciega de su mano?

¿Qué fin busca en su muerte prematura?



La sangre en la razón insiste en vano

porque lo más cercano está muy lejos,

en la coraza asoma el pelo cano

y no estamos ya para odios ni espejos.




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