juanitorisuelorente -

jueves, 25 de mayo de 2017

YERMO PARAÍSO (Romance endecasílabo)

(Imagen de la red)










Caminan escondiendo su vergüenza

esas bestias que cargan sobre el hombro

la vida que no cuesta deshacer,

de amores que demuestran sobre el polvo.

Son hijos de la voz desheredada

que reinan con el odio entre los ojos,

con la muerte a traición como la savia,

veneno, con lo eterno de trasfondo.

Si tras un corazón que no respira

se esconde un infeliz poquito a poco,

latiendo a duras penas como mártir

y esperando ver luz en los escombros.

Rostros que van quedando sin conciencia

en lo absurdo del hombre, sus rastrojos;

la búsqueda del yermo paraíso

tras la insigne grandeza de los monstruos.



ALEJANDRINOS

(Imagen de la red)
























(20)

Es grato lo que el ser a veces restituye
de una forma confusa, tras una tregua eterna,
regalando miserias, roces de lo que hiberna,
aún sueño remoto del deseo que fluye.

Hermoso arañar sombras que ni el tiempo diluye,
si acariciar el aire de tu boca se alterna
con el dulce girar, mecido en la galerna
de tu rostro hondamente que, como hoy, no rehuye.

Tierno el azul sereno que tan gris se evapora,
si, aunque breve subyace, no haya palabra amarga,
si tras tanto esperar estremece un destello;

la muerte ya respira los silencios que adora,
Ariane, incluso así, la realidad recarga
contra el tiempo el amor, y del modo más bello.

miércoles, 24 de mayo de 2017

AMAR EN SÍ

(Imagen de la red)

















Su savia es la locura,

el niño que despierta,

cualquier puerta vehemente

que se abra a ti.

Y dentro, la poesía de las cosas,

las formas más sencillas

de amarte,


casi sin pensar.


miércoles, 17 de mayo de 2017

LO OSCURO, EL ALBA

(Imagen de la red)





















Sin saberlo

te lo he dicho con la muerte,



sin vida, hasta abrirse los barrotes

y los pies de la tiniebla,



sin saber decir


con labios mudos.

lunes, 15 de mayo de 2017

TIERRA

(Imagen de la red)
















Permíteme estar triste,

ir detrás del mundo. Déjame

cruzar lo inseguro, y acunar

al tiempo que no se deja tocar.



Permíteme echar mi cuerpo

con su sombra, y fundir

a la tierra el beso

que sueña volar,




sin ruido.